Cuando defendemos que la seguridad es lo primero estamos tratando de priorizarla frente a otros valores de la empresa tales como la disminución de los costes, la calidad de los productos o servicios, el respeto al medio ambiente, etc. Eventualmente podremos convencer a las organizaciones de esto pero, con el tiempo otras prioridades se impondrán, relegando a la seguridad a un papel secundario.
La seguridad no debe ser considerada una moda, para ello hay que promover la filosofía de que la seguridad no es una prioridad en sí misma y, por tanto, que pueda ser puesta por delante o por detrás de otras prioridades. La seguridad es un valor fundamental asociado a cada prioridad de las empresas.
Trabajar con seguridad es hacerlo con profesionalidad y por tanto respetando los costes, con calidad, reduciendo los fallos y cuidando a las personas y el entorno. Todas las personas queremos trabajar de manera profesional, vamos a utilizarlo a favor de la seguridad. ¿Qué opinas tú?